Rinoceronte:
El director del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero, ha rescatado esta
pieza de Ionesco por su vigencia y la jugada le ha salido redonda: primero
porque el discurso contra los totalitarismos y su defensa del pensamiento a
contracorriente no podía ser más oportuna. Segundo porque su puesta en escena,
juguetona y bulliciosa al principio y claustrofóbica al final, es todo un
acierto. Y por último, porque cuenta con un reparto de 000000primera categoría: Pepe
Viyuela está inmenso como Berenguer y muy bien arropado por actores de la talla
de Fernando Cayo (increíble su transformación en rinoceronte), la argentina
Fernanda Orazzi, Paco Déniz, el veterano Juan Antonio o esa robaescenas que es
Esther Bellver. Un montaje monumental para amantes del teatro con sustancia.
El crédito:
Carlos Hipólito se hizo con el premio Valle Inclán de teatro gracias a esta
comedia que protagoniza junto a Luis Merlo. La hábil trama urdida por Jordi
Galcerán, el dramaturgo más exitoso de nuestro teatro, provoca carcajadas e
intriga con un asunto tan poco cómico como el hecho de ir a pedir un crédito a
una oficina bancaria. Más allá de la excelente química entre sus actores hay
que resaltar que Gerardo Vera lleva la batuta en esta precisa maquinaria
cómica, tan exacta como un reloj suizo.
El rey león:
Lleva ya rugiendo en la cartelera tres temporadas de absoluto éxito y es fácil
entender por qué: una factura digna de un musical de Broadway viste esta
imaginativa adaptación del clásico de Disney. Espectaculares números
coreográficos, temazos como el famoso Hakuna Matata y
más de una cincuentena de actores de todo el mundo han hecho a este musical una
parada obligatoria para los aficionados al género.
MBIG: El director y dramaturgo José
Martret acertó de pleno en su adaptación de Macbeth al mundo empresarial. En
esta obra ambientada con el aroma de 'Mad Men', las intrigas medievales se
trasladan al mundo del Ibex 35 donde tampoco faltan las puñaladas a sangre
fría. Trabajazo de Francisco Boira, como Macbeth, y una bellísima Rocío Muñoz
Cobo como su despiadada esposa. Además, acudir a La pensión de las Pulgas
supone entender el término 'Teatro inmersivo'.
Entremeses:
Para celebrar el 20 aniversario José Luis Gómez ha rescatado su montaje de esta
pieza de Cervantes que se mantiene tan juguetona y fresca como el día de su
estreno. Se han pulido detalles de escenografía y se han incoroporado nuevos
actores (olé por Javier Lara) pero el resultado seguirá maravillando a todos
aquellos que tengan a la palabra como el centro neurálgico del teatro.
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